(Si) Alguno se sintió molesto por la participación de Viktor Korchnoi en una publicidad, tal vez tampoco le va a entusiasmar la participación del genial cubano José Raúl Capablanca, que cobró sus buenos rublos por su participación en Moscú en la película Fiebre de Ajedrez, del año 1925. Obsérvese que se filmó cuando Capa estaba en lo más alto se su carrera.
Como es sabido, y era en su momento, se trataba de un auténtico niño bien, seductor y apasionado por las bellas mujeres. En la película se ponen de relieve estas características, lo que refleja también el buen humor del entonces campeón mundial.
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